15 mayo 2006

Vivienda: de sentada en Sol a manifestación por Madrid

La sentada-manifestación llegando a Neptuno

Ayer era la cita convocada por mail y correo electrónico que debería haber redimido la "vergüenza" (la de algunos jóvenes al menos) de vernos retratados hace unos meses en los medios de toda Europa como el contrapunto de las manifestaciones de los jóvenes franceses. Sí, sí, aquel "españoles pro botellón vs franceses pro derechos". Incluso algunos de los gritos de la manifestación de ayer aludían a este hecho: "La vamos a liar como en París".

La sentada comenzó en Sol, pero sobre las siete de la tarde el grupo que aún permanecía en esta plaza madrileña comenzó a andar hacia el Congreso y la manifestación comenzaba a tomar forma. El ambiente general era agradable. Muchísimas cámaras, profesionales y no profesionales, de vídeo y de fotos. En un momento dado, uno llegaba a preguntarse si el grupo más numeroso era el de manifestantes o el de curiosos. Unas horas más tarde, un tercer grupo entraría en la lucha por el más representativo. Pero no adelantemos acontecimientos.

Nos habíamos quedado camino del Congreso. Pues se llegó al Congreso, se botó, se gritó... y continuó la marcha: Neptuno, paseo del Prado (recuerdos a la Baronesa) y Cibeles. Y ahí merece la pena hacer una parada, aunque intentaré contarlo con algunos flashes: sentada en la rotonda, coches parados hasta Gran Vía, bandera republicana en manos de la diosa... ¿es preciso seguir? Lo más llamativo: la calma. Todo el mundo parecía tomárselo con bastante filosofía.

Parada hecha, se siguió hasta Gran Vía. Impresionante el sonido de los gritos por el desfiladero de edificios. Luego... no sé... decidimos irnos a tomar una caña después de la segunda bandera republicana. Me pregunto inquieta si también intentaron cambiar la bandera de la plaza de Colón.

Sin embargo, no acabó ahí la aventura de la sentada pro vivienda digna. Sobre las nueve, nos acercamos a la Plaza Mayor (para cargar pilas con un bocata de calamares) y... ¡allí estaban!Aunque el grupo de gente que quedaba no era muy numeroso, sí parecía irreductible. En ese momento, el tercer grupo en discordia predominaba sobre manifestantes y curiosos: la policía. El último contacto visual con la manifestación fue sobre las diez y media de la noche, en la plaza de la Villa, con cuatro furgonetas de la policía en frente.

¿La conclusión después de todo esto? Es difícil. La sensación fue de ligera decepción, no sólo por el número de asistentes, sino también por la poca repercusión que ha tenido esta convocatoria en los medios de comunicación. ¿Cuánto tiempo se dedicó al macrobotellón y cuánto tiempo se ha dedicado a esta convocatoria? Sobran las palabras.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que paaasaaaaa
Que pasaaaaaaa

Que no tenemos casaaaa !!!!

Espe, Espe, Espe,
Especulación